"Había una vez un príncipe y una princesa del color del día que vivían en 2 castillos separados.
El príncipe era muy tranquilo y pausado
para caminar en cambio la princesa siempre iba muy rápido.
Un día salieron a pasear por el bosque que separaba los dos castillos y la princesa apurada y encima caminando mirando hacia arriba
(le gustaba mirar los árboles desde abajo y también el cielo) chocó con el príncipe y quedaron medio aturdidos agarrándose la cabeza.Se miraron, se presentaron, se gustaron, se dieron un besito y se enamoraron. Tanto se enamoraron que decidieron casarse e irse a vivir
juntos a un castillo nuevo.
Ambos dejaron de ser príncipes y se convirtieron en reyes: el rey y la reina o dama.
La reina, siempre apurada, llegó al nuevo castillo y decidió entrar en la habitación que tenía el mismo color que su vestido, ya que era
muy coqueta. Y, por supuesto, bien en el centro del pasillo más cercano al parque. Más atrás llega el rey y como estaba muy
enamorado, se ubica justo a su lado.
La dama vio que el castillo era inmenso y que solos se iban a aburrir. Así decidió llamar a su mejor amigo y consejero, el alfil. Cuando el
rey vio aquello, decidió hacer lo mismo y llamó a su mejor amigo y consejero, el otro alfil.
El tema era que cuando salían a pasear, la reina siempre iba adelante y el rey quedaba muy atrás y algunas veces se perdían. Entonces
decidieron comprarse dos caballos y salir juntos. Pero…a la noche los caballos salían sin permiso a cabalgar por todo el reino, así fue
que los tuvieron que atar a las torres que estaban en las puntas del castillo.
El castillo seguía siendo muy, muy grande y se empezaron a aburrir de conversar solo con los consejeros y salir a pasear en los caballos.
Así fue que empezaron a tener hijos… ¿y cuántos creen que habrán tenido el rey y la reina? ¿los contamos? 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8!!!…
Resulta que este reino estaba dividido por un río y del otro lado vivían un rey y una reina del color de la noche… ¿Qué creéis que les
paso?"
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