Los tres deseos de Salfumán


Un pobre leñador vivía con su mujer en una cabaña situada en el campo. Salfumán los obervaba a diario. Un día, mientras el leñador estaba trabajando en el bosque, se tomó un momento de descanso para secarse el sudor de la frente y dijo en voz alta:- ¡Qué vida más dura! Trabajo todo el día sin parar y a pesar de ello sigo siendo pobre. ¡Son tantas las cosas que necesitamos y deseamos mi mujer y yo! ¡Si hubiera algún modo de conseguirlas!




En aquel momento se le apareció Salfumán:- He oído tus exclamaciones –dijo-, y he decidido concederte tres deseos. Pero escógelos con acierto, porque sólo puedo otorgarte tres –y desapareció.El leñador, tan pronto como llegó a casa aquella noche, le contó a su mujer lo que le había sucedido.




-¡Qué feliz soy! –exclamó ella-. ¡Por fin ha cambiado nuestra suerte!Estaban tan emocionados que no sabían por dónde empezar.- Podríamos pedir una casa grande y hermosa –dijo el leñador.- E incluso un palacio –dijo su mujer con los ojos brillantes de codicia.Hablaron largo tiempo sin llegar a decidir lo que pedirían. Acordaron, pues, dejarlo para el día siguiente.




- Eso –dijo la mujer-, y ahora cenemos –añadió, poniendo una sopera sobre la mesa.Su marido la destapó y miró a su interior.-¡Otra vez sopa de verduras! ¡Tres noches seguidas! –dijo fastidiado-. ¡Una buena morcilla es lo que desearía tener en este momento! –e inmediatamente apareció una gran morcilla encima de la mesa.- ¡Mira lo que has hecho! – gritó la mujer-. ¡Has malgastado un deseo de Salfumán en algo tan estúpido como una morcilla! ¡Ahora sólo nos quedan dos deseos!- Bueno, no importa. Todavía es mucho lo que podemos pedir –dijo el leñador.- ¡Para ti todo es fácil! – exclamó su esposa-. ¡Con las cosas que necesitamos, has malgastado un deseo sin pensar! ¡Eres un mentecato! –y parecía que sus quejas y recriminaciones no iban a terminar nunca.


Por fin el marido perdió la paciencia y exclamó:- ¡Ya estoy harto de oírte! ¡Basta de hablarme de esa morcilla! ¡Ojalá se te quedara pegada a la nariz para siempre!Casi no había terminado de hablar cuando la morcilla fue a pegarse en la punta de la nariz de su mujer.- ¡Mira lo que has hecho! –gritó la flamante nariguda-. ¡Has vuelto a abrir tu bocaza para malgastar otro deseo! –e intentó quitarse la morcilla de la nariz tirando de ella, pero no lo consiguió. ¡No había modo de despegarla!- Todavía nos queda un deseo por utilizar –dijo el leñador-. Aún podemos pedir grandes riquezas.- ¿De qué van a servirme? –dijo su esposa sollozando-. Por más joyas y vestidos de seda que pueda lucir, ¿a dónde quieres que vaya con una morcilla pegada en la punta de la nariz? ¡Sería el hazmerreír de todo el mundo! Sólo queda una solución: utilizar el deseo que nos queda para quitarme la morcilla de la nariz.



- Pero entonces seguiremos siendo tan pobres como antes –dijo el leñador.- Me es igual –dijo su mujer-. ¡Deseo que desaparezca esta maldita morcilla! –y la morcilla se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos.Y así fue como el leñador y su esposa emplearon los tres deseos de Salfumán de que disponían sin mejorar en absoluto su situación. ¡Ni siquiera pudieron disponer de la morcilla para cenar!



COPIA CON BUENA LETRA Y SIN FALTAS DE 

ORTOGRAFÍA.  


1ª) ¿ Con quién vivía el leñador?

2ª) ¿Qué dijo un día el leñado en voz alta? ( Copia la respuesta correcta).

       a) ¡Qué vida más dura! Trabajo todo el día sin parar y a pesar de ello sigo siendo pobre.

       b) ¡Ojalá tuviera más suerte! Y se le apareció un hechicero.

       c) ¡No quiero trabajar más! ¡Ojalá fuéramos ricos mi mujer y yo! 3ª) ¿ Qué le dijo Salfumán al leñador?


4ª) ¿ Qué es lo primero que hizo leñador al llegar a casa? 


5ª) Copia la frase verdadera:

      a)  ¡Otra vez sopa de letras! ¡Tres noches seguidas! –dijo fastidiado.

     b) ¡Has malgastado un deseo en algo tan ridículo como un trozo de salchichón!

     c)  Bueno, no importa. Todavía es mucho lo que podemos pedir –dijo el leñador.


6ª) Explica con tus palabras en qué han malgastado sus tres deseos. ¿ Crees que La Sombra ha intercedido para que malgasten sus deseos?



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